Desde el año 1994, en el marco de la Semana de la Memoria, se llevan a cabo distintos eventos vinculados a la defensa y promoción de los derechos humanos, en los que participan cátedras, equipos de investigación y/o extensión, el Centro de Estudiantes y sus agrupaciones, y organizaciones sociales vinculadas a la temática. Esta propuesta tiene por objetivo poner en diálogo las diferentes perspectivas acerca de cómo recuperar el pasado y construir la memoria colectiva, resignificando la dimensión material y simbólica de las prácticas de la Facultad.
Además, cabe mencionar que el edificio de la Facultad de Trabajo Social perteneció al ex Distrito Militar, lugar de tránsito obligatorio de los jóvenes de La Plata y alrededores convocados para cumplir con la ley de servicio militar obligatorio. En abril de 1982 muchos de esos jóvenes fueron a Malvinas. Estos hechos del pasado reciente que vinculan a este edificio con la dictadura cívico-militar del 76 en tanto engranaje del aparato represor de la dictadura, han significado que el proyecto de ampliación del edificio (definido oportunamente) y el proceso de construcción del mural de la FTS constituyan la expresión colectiva de la comunidad educativa y su contexto.
La paulatina transformación del edificio en un espacio de memoria e interés socio cultural de fuerte interacción con vecinos y organizaciones vinculadas a estos temas que desarrollan sus actividades en la Región y la preservación de determinadas construcciones preexistentes, han sido producto del compromiso institucional que, como integrantes de la Universidad Pública, se ha asumido con los procesos de reconstrucción de la Memoria.
Secretaria de Derechos Humanos y Género: Lic. María Ana González Villar
Correo electrónico: derechoshumanos@trabajosocial.unlp.edu.ar
Unidad de Atención para situaciones de discriminación y violencia por motivos de género (UDA)
Las estrategias de intervención institucional de las UDAs pueden orientarse a:
- Implementar estrategias de atención y acompañamiento ante situaciones de violencia por motivos de género en el ámbito universitario, instrumentando los mecanismos dispuestos en el protocolo de actuación institucional u otros recursos reconocidos en el marco de la política pública en la materia.
- Garantizar espacios de escucha, contención y asesoramiento psicológico, jurídico y social.
- Realizar acciones de acompañamiento y asesoramiento a otres actores y áreas de la facultad en lo referente a problemáticas vinculadas a género y diversidad en los ámbitos de gestión, docencia, extensión e investigación.
- Desplegar acciones de orientación a la comunidad universitaria en lo referente a violencias de género y discriminación por motivos de género y diversidad sexual.
- Promover la articulación interinstitucional con organismos públicos y el trabajo en red con Organizaciones de la Sociedad Civil en pos de fortalecer la prevención y la protección integral de derechos de personas en Situaciones de Violencia por Razones de Género.
- Sistematizar, producir y analizar información de interés para la gestión de políticas de género y diversidad en el ámbito de la facultad.
- Participar en el diseño, implementación y evaluación de acciones institucionales de sensibilización, información y formación en materia de género y diversidad.
- Participar en el diseño, implementación y evaluación de programas y/o estrategias institucionales de atención y acompañamiento en la materia.
Correo: consejeriaconsultas@gmail.com
Instagram: @consejeria.fts
Semana de la Memoria
La Semana de la Memoria, desde 1994 es una actividad institucional que sitúa el eje de los derechos humanos como transversal a nuestras profesiones. De manera colectiva e interclaustro, se organiza a partir de la realización de propuestas que adquieren diversas modalidades pedagógicas y con la participación activa de estudiantes, docentes, trabajadores y trabajadoras Nodocentes de la facultad. Esta propuesta institucional se realiza con la coordinación de la Secretaría de Derechos Humanos y Género y la participación de organizaciones e instituciones vinculadas a la lucha por la defensa de los DDHH. Las temáticas están asociadas a la vulneración de derechos durante la última dictadura cívico-militar en diálogo histórico con el contexto presente, lo que nos permite analizar y profundizar las complejidades económicas, sociales y políticas que nos atraviesan.
Han pasado durante estos treinta y un años referentes fundamentales en la lucha por los Derechos Humanos, tanto de organizaciones de Derechos Humanos como de la cultura y de movimientos sociales. Estela de Carlotto (presidenta de abuelas de plaza de Mayo), Hebe de Bonafini (presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo), Herenia Sánchez Viamonte (madre de Plaza de Mayo), hijos de desaparecidos que recuperaron su identidad luego de años de apropiación, referentes de la Agrupación H.I.J.O.S, Rubén López (hijo de Jorge Julio López, desaparecido en democracia durante el Juicio “Circuito Camps” en el que se condenó a perpetua al genocida Etchelolatz), referentes de la agrupación “Historias Desobedientes” (hijos e hijas de
genocidas que luchan por los derechos humanos), La Garganta Poderoza, Víctor Heredia, el artista plástico Rocambole, el cantante y compositor Daniel Viglietti, integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, Rosa Bru (referente platense por la lucha contra la violencia institucional) y
muchos y muchas personas que con su presencia contribuyeron a pensar la memoria, la verdad y la justicia, con claves para analizar los diferentes contextos en los que nos toca intervenir, en las disciplinas en las que nos formamos como futuros profesionales.
Actualmente estamos asistiendo a una etapa de desconcierto y angustia por el futuro económico y social de nuestro país. La deshumanización y la disolución de las instituciones públicas que se encargan de asistir, educar y promocionar derechos humanos como el desmantelamiento de
los sitios de memoria son acciones que nos dejan en un grado de indefensión ante el avance del odio, los discursos racistas, misóginos, homofóbicos. Esta transformación de un Estado presente a políticas mercantilista y represivas generan un clima de violencia que son una amenaza constante e
impactan fuertemente en la salud mental y los vínculos sociales y colectivos. Circulan discursos que pretenden asimilar los derechos con los privilegios, con el objetivo de descalificar años de lucha y conquistas y enfrentar a la población, invisibilizando los sectores económicos que más se benefician
con el ajuste y la destrucción del aparato productivo, que viene a transformarse, como comenzó la dictadura en especulación financiera para una minoría.
Asimismo, están en riesgo los espacios profesionales en los que nos desempeñamos, ausencia estatal en barrios donde se sostienen proyectos de acompañamiento y alimentación de niños/as, niñas y adolescentes y sus familias, negación, banalización y hasta reivindicación de los hechos ocurridos durante la última dictadura y sus consecuencias en el conjunto de la sociedad, estigmatización de la política como herramienta de transformación y de los Movimientos Sociales, falta de presupuesto a las Universidades Públicas con el sostenimiento de discursos que banalizan el conocimiento, especialmente de las carreras sociales y humanas, como se hizo en dictadura, con el argumento de confundir pensamiento crítico con adoctrinamiento.
Hoy asistimos a una etapa donde los derechos humanos vuelven a estar en riesgo y en donde cabe preguntarnos cuándo una sociedad es consciente de estar viviendo en la antesala de una nueva catástrofe social.
El eje de la semana de la memoria 2025 es: “Sin Derechos Humanos no hay democracia”.
Negar el pacto democrático que se comenzó a configurar a partir del “Nunca más” en el juicio a la junta en el año 1985, es un modo de debilitar y negar la democracia como un sistema que tienda a la igualdad y la solidaridad.
Un ejemplo bisagra del ataque que vienen sufriendo los organismos de derechos humanos y el desmantelamiento de las políticas pedagógicas fue el 27 de febrero del 2021, en la marcha convocada por “Unión Republicana” y “Jóvenes Republicanos”, quienes tiraron en la puerta de la casa rosada bolsas mortuorias que simulaban cuerpos envueltos en nylon negro, una reminiscencia de lo que fueron los cuerpos tirados al mar durante la última dictadura y en la Plaza de Mayo, escenario las luchas históricas y principalmente de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo. Cada uno de estas bolsas simbolizaban agrupaciones políticas, organizaciones sindicales y un nombre emblemático: Estela de Carlotto, presidente de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
El empecinamiento negacionista, en particular por los derechos humanos, tiene muchas variables, alguna de ellas es poner en cuestión los cimientos sobre los que se consolidó la institucionalidad democrática e inclusiva a partir del 2003 y que dio lugar a las banderas de memoria, verdad y justicia, que venían a derribar las bases neoliberales que habían llevado a la fuerte crisis económica y de representatividad del 2001. Pero también, retornar a la demonización y
estigmatización de las reivindicaciones de quienes fueron muertos, desaparecidos, presos y exiliados durante ese período, volverlos a desaparecer con el objetivo de poner en cuestión cualquier resquicio de lucha revolucionaria contra el sistema o en el mejor de los casos, retornar a la “teoría de los dos demonios” retomando debates que ya se creían saldados y a los que las nuevas generaciones no han accedido por la distancia histórica en las que transitan su etapa vital.
Sin embargo, es importante destacar que esta modalidad de revertir las construcciones históricas que han sido hitos para nuestro pueblo y para la consolidación de la democracia, también se extiende al feminismo, la comunidad homosexual, las políticas de ESI, la lucha por la identidad de género y el reconocimiento de las diversidades, la historia de la independencia, la lucha por la soberanía de las Islas Malvinas, la persecución y criminalización a los pueblos orginarios, la garantía de derechos a las personas privadas de su libertad, la demonización de la construcción de trabajo colectivo de los movimientos de trabajadores desocupados, el sindicalismo y todo lo que tenga que ver con organización popular y herramientas colectivas de transformación.
Distinción “Liliana Ross” 2025 : Organización H.I.J.O.S. La Plata
En el año 1995 nace la agrupación H.I.J.O.S. (Hijos, por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), eran hijos e hijas de desaparecidos/as, muertos/as, exiliados/as y ex presos/as políticos/as de la última dictadura militar, que se organizaron en todo el país para exigir justicia y crear una
performance creativa y cultural que señalaba a los responsables que seguían trabajando y ocupando lugares de poder con total impunidad. A estos actos se los conoció como “escraches”. En el año 1996 se cumplieron 20 años del golpe y el crecimiento de los organismos fue notable, en acompañamiento y en la suma de muchos otros reclamos en los cuáles, al olvido, se sumaba un brutal ajuste sobre la clase trabajadora: cerrando empresas públicas, reduciendo al Estado a aumentar su función de arrogarse el monopolio de la fuerza para reprimir protestas y perseguir opositores.
Luego del 2003 y con las políticas de memoria, verdad y justicia, muchos de los hijos/as de desaparecidos/as pudieron dar testimonio en los juicios a los genocidas. Estos testimonios tuvieron el carácter colectivo de haber transformado junto a las abuelas y las madres, el dolor en lucha. La búsqueda por la verdad y la posibilidad de poner en palabras los años de silencio e impunidad que significaron los primeros años post dictadura, fue clave para entender el daño causado y la pérdida de pruebas que significó tanta espera.
Muchas de las personas que pasaron por esta organización se han dedicado gran parte de su vida escribir, investigar, generar diversas expresiones artísticas y trabajar en diferentes espacios en pos de los derechos humanos y la memoria histórica. En la ciudad de La Plata, escribieron de forma
colectiva un libro denominado Ahora. Siempre, que recupera más de 55 textos de hijos/as de desaparecidos/as de la ciudad de La Plata.
Desde el nacimiento de la organización sus integrantes se han dedicado a dar testimonio en escuelas, universidades, centros culturales, espacios barriales, unidades penales, partiendo de la historia singular y la transformación que implica la construcción colectiva de saberse sujetos/as políticos de una historia que siempre pretenden borrar. Se destaca que en cada intervención de las historias narradas surge, a pesar del dolor por la pérdida, la espera y la incertidumbre en la cuáles crecieron, aparece el orgullo de ser hijos/as de una generación que luchó por un país justo y soberano.